viernes, 29 de marzo de 2013

España, destino turístico


Belén Santa Cruz Díez   Economía-Periodismo

Esta entrada la voy a dedicar al turismo porque, aunque no sea un tema muy tratado por la sociedad en el día a día, en los bares, en el metro, en los encuentros de amigos..., es uno de los pilares fundamentales para nuestro país.
   España es una de las principales potencias turísticas del mundo, tanto por el número de visitantes que recibe como por los ingresos que reporta esta actividad. Desde los años sesenta este país ha ido escalando posiciones en la lista de los destinos turísticos preferidos y, a día de hoy, compite con grandes destinos como Estados Unidos o Roma. Sin embargo, la actividad turística en España tiene unos antecedentes históricos importantes.

   Desde el siglo XVIII, pero especialmente a lo largo del siglo XIX, fueron numerosos los viajeros que recorrieron España, entre ellos naturalistas y escritores. Unos y otros quedaron impresionados por la diversidad que ofrece la naturaleza de España, por el exotismo de unos paisajes que le recuerdan a África, por la supervivencia de las herencias árabe y oriental, por las ciudades y los monumentos, por los tipos y las costumbres populares, por el bandolerismo, por las corridas de toros, etc. La difusión de sus conocimientos y de sus experiencias en escritos y guías de viaje contribuyó a forjar una imagen de España que ha alimentado la curiosidad y el interés de los extranjeros por España y la percepción de
ésta como destino turístico singular. Podemos distinguir entre causas internas y externas para explicar los motivos del éxito del turismo en España:
  • Causas externas: lo principal fue la evolución de la sociedad europea tras la Segunda Guerra Mundial. Tras la reconstrucción del continente, Europa alcanzó un estado de bonanza económica y de bienestar social sustentado en un alto nivel de vida que permitió a la población integrar el turismo en sus actividades de ocio.
  • Causas propias o internas de España: hemos de destacar su situación geográfica, su conocimiento y valoración por parte de las sociedades extranjeras y las excelentes condiciones de su oferta turística: amplio litoral, climatología favorable variedad paisajística, rico patrimonio cultural, etc., y todo ello a buenos precios, como correspondía a un país con cierto atraso respecto a los países de procedencia de los turistas.
   Estas y otras muchas causas explican que en España el turismo sea una de las actividades económicas principales tanto por su aportación al PIB como por población ocupada en el sector. Los inicios del turismo moderno se sitúan en los años 50 del siglo XX. Puede señalarse 1959 como año de despegue en el que se planteó la necesidad del desarrollo del país de cara al exterior. En 1960 el número de visitantes superó los 6 millones, abriéndose en este momento una etapa de crecimiento continuo que duró hasta 1973. En este período se pusieron las bases del modelo turístico español de masas, el cual requirió la construcción de apartamentos y hoteles, y que dio lugar a la precipitada urbanización de los litorales, muchas veces regida por la especulación y carente de planificación. El ritmo expansivo quedó interrumpido en 1973, año de una recesión, motivada por el incremento de los precios del petróleo, la crisis económica, el ocaso del franquismo y los balbuceos de la transición democrática. A partir de 1976 se inició una nueva fase de crecimiento sostenido, que duró hasta 1989, y cuya principal característica fue la incorporación de los españoles al turismo de playa. Tras una nueva recesión a comienzos de los años 1990, se abrió una nueva fase en la que se han superado los 70 millones de visitantes, cifra que incluye a los viajeros en tránsito y a los turistas propiamente dichos, que ascienden a más de 45 millones.

   El turismo en España presenta diversas áreas turísticas. Los principales destinos corresponden a la costa de Alicante, la Costa Brava, la Costa Cálida, la Costa del Sol, la Costa Valenciana, Palma-Calvià, y el sur de las islas de Gran Canaria y de Tenerife. Destinos muy buscados por el buen tiempo y las excelentes playas que, si bien tradicionalmente no han dejado muchos ingresos, hoy en día se incentiva un turismo de familias europeas con grandes recursos económicos así como jubilados eruropeos. En el lado contrario, también son mencionables los destinos turísticos ligados a la montaña y a actividades de nieve como Picos de Europa o Sierra Nevada. Destacables son, también, las ciudades de tradición histórica como Madrid, Córdoba, Sevilla, Zaragoza o Toledo.



   Debemos, por tanto, incentivar una actividad que es un pilar insustituible en el sistema español. Una actividad que enriquece a una cultura tan rica como la española y que nos permite dar a conocer al exterior sus encantos a la vez que los turistas nos transmiten su propia cultura. 
España es, sin duda, un destino turístico a tener en cuenta.

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Bauhaus, un arte innovador

Belén Santa Cruz Díez   Economía-Periodismo

En abril de 1919 abrió sus puertas una de las escuelas más importantes del mundo. Una nueva forma de pensar, de ver el mundo y de concebir el futuro de la creciente industria. Una concepción del arte y de la vida que ha trascendido generación tras generación: la Bauhaus. Dedico mi entrada a este movimiento artístico porque cada cuadro o cada obra es algo único, irrepetible y especial que te lleva a una dimensión abstracta y subjetiva que otros artes difícilmente consiguen.
Han pasado ya ochenta años desde que en la Bauhaus se impartió el primer curso y se comenzaron a establecer nuevas líneas de pensamiento artístico, técnico, filosófico...Con todo ello, la Bauhaus aportaba profesionales perfectos para la etapa de industrialización que se estaba viviendo así como para los nuevos estilos de vida y tecnologías.

Grupo de maestros y artistas de la escuela

Para entender el concepto de Bauhaus es importante remontarse al siglo XIX, cuando Inglaterra se alzó como la primera potencia industrial del mundo. Se trataba de la principal potencia en adelantos técnicos y culturales. Desde los años 50 del mismo siglo, se reformaron los procesos educativos tanto para artesanos como para las Academias. En ellas, se enseñaba a los estudiantes a diseñar por sí mismos, a innovar y a crear nuevas formas artísticas. Sin embargo, y a pesar de estos esfuerzos, no se conseguía un arte que llegara y conmoviera a la población. Seguía siendo el arte conservador, frío y distante a la sociedad. Por ello, y promovido por la extensión del socialismo, se extendió por el mundo del arte un pensamiento orientado a lograr una cultura del pueblo y para el pueblo. Un desafío que se convirtió en el núcleo de la Bauhaus.
"Un arte del pueblo para el pueblo"
                                                                                                  Gropius

Silla que refleja el carácter funcional e innovador de la Bauhaus


Desde esta línea de pensamiento de crear un arte para el pueblo, se impulsó el movimiento de la Bauhaus en Alemania. Se quería obtener el mismo éxito obtenido años atrás en Inglaterra por lo que, en los años noventa del siglo XIX, comenzó una etapa de importación de ideas y reformas procedentes de Inglaterra. Así, el propio Hermann Muthesius viajó a Inglaterra en 1896 como "espía del gusto" para descubrir los factores que habían llevado al país inglés a la cima mundial. Con este tipo de experiencias, se comenzó a abrir Escuelas de Artes y Oficios en Alemania en la que los profesores eran artistas modernos, revolucionarios e innovadores. Escuelas en las que se realizaban artilugios para casa, muebles, textiles y utensilios de metal. Pero no eran objetos típicos como los conocidos hasta entonces, sino que nada guardaban de parecido con lo producido anteriormente. Todo este avance del pueblo germano llevó a Alemania a ocupar el primer puesto como potencia industrializada, posición que mantuvo hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914.
Retrato de Walter Gropius


En 1918 comenzaría la segunda etapa para la escuela de Bauhaus. Walter Gropius, que estaba a cargo de las dos escuelas más impotantes de arte en Weimar, fundó, el 12 de abril de 1919, la escuela de Bauhaus en Weimar. Con la formulación de un manifiesto (que sigue siendo un referente para el arte actual) se establecieron los pilares de la escuela, unidos todos en un objetivo común: unificar las artes alrededor de la arquitectura. Gropius desempeñó una importante labor de reconciliación entre los distintos oficios, entre las diferentes actividades y entre los diversos artistas. La idea era sencilla: maestros y alumnos trabajando conjuntamente para crear objetos útiles, innovadores y funcionales para la sociedad. Destacan grandes arquitectos como Mies van der Rohe, el propio Gropius y Marcel Breuer; pintores como Kandinsky o Paul Klee y artistas de diversa especialiadad como Moholy-Nagy y Josef Albers. Todos ellos perseguían reducir el tiempo, el espacio y el esfuerzo que requería el trabajo doméstico. Como mencioné anteriormente, la Bauhaus siempre perseguía un arte innovador destinado exclusivamente para el pueblo.


Obra de Kandinsky
En 1925 los artistas de la escuela se trasladaron a Dessau debido al mayor desarrollo económico e industrial de la ciudad. Solo permanecieron allí hasta 1931 cuando, debido a sus ideas liberales y a su ideología innovadora, la Bauhaus tuvo que cerrar sus puertas y continuar su labor en Berlín gracias al entusiasmo y la lucha mantenida por Mies van der Rohe. El Partido Nacional Socialista, que gobernaba en Alemania por entonces, no aprobaba el carácter innovador de la escuela así como el intercambio cultural que realizaban con artistas de todo el mundo y consideraba que el arte debía ser puramente alemán. Por ello, la Bauhaus fue clausurada definitivamente en 1933.


Obra de Pal Klee

Un estilo de arte innovador, al servicio del pueblo y buscando siempre la ruptura con lo tradicional. Colores llamativos con contrastes continuos, formas geométricas y sencillas, diseños atractivos...Todo ello engloba a uno de los movimientos artísticos más importantes que sigue trascendiendo hasta hoy en día. Una generación de artistas que nunca quedará olvidada gracias a sus diseños y obras rompedoras y llenas de calidad así como a los importantes estudios de materiales y color que llevaron a cabo.



Arquitectura de Mies van der Rohe

A continuación un vídeo sobre la arquitectura de la escuela:



jueves, 28 de marzo de 2013

El arte de la danza


Belén Santa Cruz Díez      Economía-Periodismo

Danza, una de las palabras más bonitas que puedo escribir y leer. Una palabra que con tan solo escucharla me hace feliz y me lleva a un mundo de belleza, esfuerzo, disciplina, libertad y desarrollo personal. Un término que nada se valora, mucho se critica y nada se entiende. Afortunadamente, la danza entró en mi vida, me secuestró y nunca me dejará escapar. Algo que no me importa, sino que agradezco eternamente. Algunos dirían que eso es el síndrome de Estocolmo, es decir, el amor por el secuestrador. Si, la danza ha sido el secuestrador de mi persona y yo le estaré eternamente agradecida. Me atrapó, me cautivó y, sobre todo, me ayudó a mejorar como persona.
                                



  Por estos motivos quiero dedicar esta entrada a una de las grandes artes que existe desde que el hombre es hombre. A la disciplina que te lleva de la felicidad a las lágrimas, del dolor a la relajación, de la rendición a la superación. Sentimientos que se pueden experimentar de muchas maneras pero que la danza intensifica  y, os aseguro, que los hace mucho mejores de lo que ya de por sí son los sentimientos humanos. Y lo sé porque todavía me acuerdo del día en que me puse mis primeras zapatillas de ballet. Un gesto simple que me hizo sonreír y que, aunque hayan pasado quince años, nunca olvidaré esa sensación de ilusión, novedad y miedo. Pocas cosas en la vida se recuerdan con tanta nitidez; solo las importantes. Por ello, os animo a que descubráis este mundo de libertad y expresión que te aleja de la realidad para volver a ella llena de energía y fuerza.
  Qué mejor que una definición simple pero precisa de los que es bailar. La danza es arte. Una disciplina en la que el movimiento del cuerpo se convierte en expresión, sentimientos e información. La danza, y queriendo recalcar este aspecto dada nuestra vocación periodística, es una forma de comunicación no verbal a través del cuerpo, de la expresión, de la tensión corporal…Un conjunto de factores que convierten al bailarín en un comunicador, en un contador de historias 
  Muchas personas no ven en la danza más que simples movimientos o, como mucho,  “saltarines” y chicas “elásticas” contando clásicos como La Bella Durmiente o El lago de los cisnes. Una pena si interpretamos así la danza. Me gustará ir más allá, es más, debemos alejarnos de esa triste y simple concepción de la danza.
-¿ Qué tipo de danza prefieres? , me preguntó
-El ballet, sin duda alguna
-Oh, tutús, dulzura, suavidad…
-Eso no es danza-  respondí
  Y esa es siempre mi respuesta cada vez que me encuentro en esta situación. Porque es el principal problema que abarca este arte: el no entender su dimensión y profundidad llevan a una visión superficial y populachera del mismo. Identificar el ballet con suavidad ya es, de por sí, una incoherencia. Una disciplina que exige un entrenamiento de años, desde pequeños, y la renuncia a otro tipo de actividades puede ser de todo menos suave. Como el más duro de los deportes, cada músculo se entrena a la perfección. Cada movimiento debe ser exacto, preciso, sin una mínima posibilidad de error.
  Una persona, cuando se dedica a la danza, lo último que busca es aprender a mover su cuerpo o a contar una historia con él. Es ahí donde quería llegar: el fin explícito de la danza puede ser el movimiento corporal bello y preciso, pero el fin implícito es mucho más amplio y, sobre todo, reside en la personalidad de cada individuo. Para alguien puede ser expresar rabia, para otro gritar a quienes  nunca le escuchan o, por ejemplo, evadirse de la cruda realidad. Es este fin implícito el que debemos, y os invito a todos a que lo intentéis, descubrir. Porque no sirve con ir a bailar y aprenderse los pasos o ir a una teatro y entender la historia que cuentan esos grandes bailarines que tan raros movimientos hacen. Hay que superar esa barrera. Dejarse llevar por cada movimiento y ver en él alegría, tristeza, debilidad, fortaleza. Ver expresión, sentimientos, informaciones indirectas. Lo mismo si ves danza como si la practicas. Porque hay que dejar que el cuerpo se convierta en la “boca que todo lo dice”.

  Para explicar esta cuestión me centraré en el mejor de los ejemplos: el ballet clásico. Más de ocho horas al día de entrenamiento, esfuerzo, decepciones, sueños rotos e ilusiones. Porque la danza clásica, un arte infravalorado e incomprendido, no es más que esfuerzo y lucha. Es caerse y levantarse una y mil veces hasta que el movimiento consigue la colocación perfecta. Es repetir cada paso hasta que las piernas no aguantan más y tu cuerpo te pide descansar; aún así debes decirle que siga hacia adelante. El ballet, y como la mayoría de las danzas, es escuchar una y otra vez correcciones y defectos a tus movimientos pero, a su vez, significa superarse día tras día y dar lo mejor que tienes. El ballet, por tanto, se puede definir como el mejor ejercicio de autodisciplina y superación personal.

  Hagamos, pues, un repaso por la fascinante historia de este arte:

  El ballet surgió hacia el siglo XV como una práctica cortesana y de entretenimiento para la realeza. El pueblo también fue introduciéndose poco a poco en ese espectáculo y dejándose cautivar por él. Sin embargo, este hecho contrasta con la realidad actual en la que el ballet ha quedado bastante alejado del pueblo. En esa etapa renacentista esta danza también se empleó como una forma de expresión para los ciudadanos de una manera indirecta, de tal forma que no pudieran ser acusados de herejía. Es por ello que el ballet fue, durante años, perseguido por la Iglesia.
  Fue en Francia, en el siglo XVIII, cuando el ballet vivió su máximo desarrollo. Unos años en los que se crearon los manuales prácticos de esta danza que debe seguir, estrictamente, unas colocaciones y movimientos determinados. Se creó una técnica perfecta que explotara al máximo las posibilidades del cuerpo humano, dando siempre un margen de posibilidad de mejora. En esta etapa, de hecho, el ballet se consideraba unos de los elementos más importantes para la educación de los jóvenes.


  Se puede observar una gran evolución de la danza clásica desde estos ballet más cortesanos, de orientación teatral dirigidos al público, hasta los grandes ballet rusos del siglo XX, con Marius Petipa como referente principal. Desde esos momentos, el ballet pasó a ser un espectáculo que buscaba la perfección, la belleza y una escenografía en manos de la técnica de los bailarines. Fue el siglo de los grandes ballets como El lago de los cisnes y Cascanueces. Con estos ballets de Petipa y Diaghilev apareció el ballet moderno. Supuso el resurgir de la figura masculina que había sido olvidada, se amplió la capacidad de movimiento con un uso más libre del cuerpo y se concedió más importancia al bailarín como medio de expresividad y emoción. Así, aunque la técnica sigue siendo lo más importante, el ballet incorpora la emotividad y la expresividad propia de otras danzas como es la danza contemporánea del siglo XX o ya las actuales danzas modernas como el hip-hop.
  Durante los años 40 se fundaron en Nueva York dos grandes compañías de ballet que han sentado las bases de lo que es, en la actualidad, toda la danza, tanto la clásica como la moderna: el American Ballet y el New York City Ballet. En los años 50, las compañías rusas (la del teatro Bolshói y el teatro Kírov, por ejemplo) hicieron por primera vez representaciones en Occidente.
Primer bailarín de la compañía de Víctor Ullate
  
  En España hay que destacar la figura de Víctor Ullate, quien fue director del Ballet Nacional de España en 1979 y de Maia Plisiétskaia, directora artística del Ballet Lírico Nacional. Además, Nacho Duato, como director artístico de la Compañía Nacional en 1990, favoreció un cambio innovador en la historia de la compañía, adaptándola a esa nueva liberación del ballet que mencionaba con anterioridad y que la aproxima más a la danza contemporánea.

  Por último, me gustaría resaltar el “Ballet Nacional de Cuba”, fundado y dirigido por Alicia Alonso (de la que dejo un fragmento de una entrevista a continuación) y que, desde mi más humilde opinión es, en la actualidad, el mejor ballet del mundo con bailarines que aúnan la precisión técnica rusa con la expresividad y sentimiento norteamericanos. Una combinación explosiva que ha llevado al ballet cubano a lo más alto.




Alicia Alonso posando como primera bailarina

  He querido centrarme en el ballet porque considero que es el mejor ejemplo de lo que es la danza. Pero también es cierto que, en la actualidad, la disciplina que cumple con una función claramente expresiva es la danza contemporánea. Una danza realmente incomprendida en muchos aspectos, si bien es verdad que sus coreógrafos suelen ser bastante abstractos y dejan que sea la mente del espectador la que construya el significado de su obra.

  Ahí reside lo bonito de la danza: la emoción que un bailarín transmite con su cuerpo es algo íntimo y personal pero que, a la vez, lleva al espectador a un mundo de emociones que él mismo decide cuáles van a ser.
  Un aspecto importante de la danza es que es un arte tan heterogéneo y diverso que permite a cualquier persona sentirse identificada. Hay estilos para todos los gustos o para todas las necesidades físicas o psicológicas. Éstos son los principales estilos de danza:


Danza Clásica o Ballet

Danza española o flamenco
Contemporáneo

Danzas de salón









Hip-hop



Jazz






 
Breakdance












Popping
  Incluso la danza aérea, la natación sincronizada y el patinaje artístico son disciplinas que requieren una formación paralela a la que reciben los bailarines y son consideradas por muchos como estilos de danza propiamente dichos.

  Me despido en esta entrada con un vídeo que resume a la perfección el sentimiento de la danza.






miércoles, 27 de marzo de 2013

Richard Stallman, el padre del software libre

Belén Santa Cruz Díez, Economía-Periodismo

Richard Stallman. Un nombre, un apellido y mucha iniciativa en ellos. Una persona que, aunque no cuenta con la fama internacional de Bill Gates o Steve Jobs, es una de las figuras más importantes en el mundo de las tecnologías. Un idealista para muchos, un genio para otros, lo cierto es que Stallman ha dado un paso enorme en la informática con el movimiento del software libre y su visión moral y libre de la misma. Una persona que ha puesto sus grandes conocimientos al servicio de la informática y, sobre todo, al servicio de los usuarios. Un hombre que no encuentra sentido al conocimiento privado y lucha por intercambio y la participación conjunta en todo tipo de conocimiento, incluido el software.

Richard Matthew Stallman (Nueva York, 16 de marzo de 1953) es un programador informático reconocido internacionalmente por ser el fundador del movimiento por el software libre en el mundo. Es considerado un gurú de la informática y un cruzado contra los monopolios que comercializan el software. Stallman programó el editor de texto GNU Emacs, el compilador GCC, y el depurador GDB, bajo la rúbrica del Proyecto GNU. Sin embargo, a pesar de estos importantes logros, su principal reconocimiento viene de la mano de una nueva alternativa para el movimiento del software libre frente al software privado. NU es software libre: todo el mundo es libre de copiarlo y distribuirlo, así como también de realizar cambios de mayor o menor magnitud.
  El sistema GNU/Linux, básicamente el sistema operativo GNU con Linux agregado, actualmente es utilizado en decenas de millones de ordenadores.  Stallman ha recibido el premio "Grace Hopper" de la ACM (ACM Grace Hopper Award), una beca de la Fundación MacArthur, el premio "Pionero" de la Fundación Frontera Electrónica, y el Premio Takeda por Mejora Social/Económica, como así también varios Honoris Causa.
  Además, Richard Stallman aportó la idea del copyleft, es decir, un sistema de licencia de software basado en la libertad de toda la comunidad de usuarios para su uso o modificación. 


  Esta breve introducción permite darse cuenta del talento y la importancia de la figura de Stallman en el mundo de la informática y las tecnologías. Una persona cuya biografía comienza en 1953, cuando Alice Lippman y Daniel Stallman tuvieron un hijo que se convertirá en un referente internacional. Stallman, mientras cursaba preparatoria, comenzó a tener contacto con los ordenadores en el Centro Científico de IBM en su ciudad natal y, tras ello, fue contratado durante un verano para escribir un programa de análisis numérico en Fortran. Su calidad e inteligencia destacaban ya desde su juventud y, tras este trabajo, Stallman empezó a  sumergirse en proyectos que ocuparon todo el verano de su graduación de preparatoria: un editor de textos en el lenguaje de programación APL , es decir, un preprocesador para el lenguaje de programación PL/1 en IMB/360.  Para Richard, todos los programas de ordenador deben proveer al usuario no solo de un código binario (el que entiende y ejecuta el ordenador), sino también de un código fuente.
  
  En 1971 comenzó su camino universitario en Harvard cursando Física. Pero, a pesar de la exigencia de sus estudios, Stallman tuvo tiempo y ganas para ser asistente voluntario en el departamento de biología de la Universidad Rockefeller, cuyo maestro veía en Richard un gran biólogo. En su primer año como universitario, Stallman se convirtió en hacker del Laboratorio de Inteligencia Artificial del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Para Richard ser un hacker era el pilar fundamental de su vida, algo que empezó a desmoronarse cuando algunos de sus compañeros , presionados por la comercialización en la industria del software, fundaron la compañía Symbolics, lo cual iba en contra del software libre para reemplazarlo con su propio software privado. Era ya 1983 cuando Stallman había iniciado una lucha para impedir el monopolio sobre el software y se le pidió que firmaría un acuerdo de no divulgación y llevara a cabo actividades contrarias a su persona. Así, enfadado y decepcionado, inició el proyecto GNU en 1985: el proyecto que perseguía la creación de un sistema operativo completamente libre.

 El proyecto se inició con la publicación del Manifiesto GNU, en el cual Stallman declaraba su intención de crear una alternativa de software libre e independiente al sistema operativo Unix. Esta alternativa fue denominada GNU. Tras esta primera declaración de intenciones, fundó la organización Free Software Fundation, la cual no tenía ánimo de lucro. En estos años, Stallman inventó el mencionado anteriormente copyleft, el cual llegó a ser empleado en la Licencia Pública General GNU y se conoce como GPL.
   La mayor parte del sistema GNU, excepto el núcleo, se completó aproximadamente al mismo tiempo y, en 1991, Linus Torvalds liberó el núcleo Linux bajo los términos de la GPL, completando un sistema GNU completo y operativo: el sistema operativo GNU/Linux.
En 1999, además,  promovió la creación de una enciclopedia libre, la GNUPedia, considerada como un antecedente directo de Wikipedia.

Richard Stallman en una de sus conferencias

Imagen de Stallman y su personal estilo
  En la actualidad, Stallman se encarga de difundir la ideología GNU en todo el mundo mediante charlas y conferencias. Su labor es muy importante en países de habla hispana como  Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Cuba, España, México, Perú, Uruguay, Venezuela. Durante sus conferencias aparece con una segunda personalidad bendiciendo las computadoras de las personas y en él se aprecia controversia y extravagancia. Su aparentemente descuidada imagen y sus manías extravagantes (no utiliza teléfono móvil, siempre va acompañado de su computadora portátil, no duerme en hoteles, etc.) le han hecho ser blanco de numerosos chistes y bromas, llegando a aparecer en tiras cómicas.
  Destacan también importantes trabajos escritos de Stallman. Ha participado en revistas científicas con artículos como Heuristic Techniques in Computer-Aided Circuit Analysis o Forward Reasoning and Dependency-Directed Backtracking In a System for Computer-Aided Circuit analysis. También sus manuales como The Extensible, Customizable, Self-Documenting Display Editor o GNU Emacs Manual: Sixteenth edition for GNU Emacs Version 21 se han convertido en referentes internacionales.
  Toda esta gran carrera y el esfuerzo y dedicación de Stallman le han llevado al éxito y consecución de diversos reconocimientos, títulos y premios de nivel internacional. Es miembro honorario vitalicio de la Chalmers Computer Society y doctor Honoris Causa en diversas universidades como la Universidad de Glasgow o la Universidad José Fustiona Sánchez Carrió de Perú. Ha recibido premios como el Fundazione Pistoletto o el Premio Internacional Extremadura de Conocimiento Libre, el cual le fue entregado en la III Conferencia Internacional de Software libre celebrada en Extramadura en 2007 y es miembro de la Academia Nacional de Ingeniería de Estados Unidos. Gracias a su estilo de vida sobrio y poco ostentoso, pudo ahorrar e invertir gran parte del dinero que provino de estos premios. Hoy no vacila en señalar: "Puedo vivir toda mi vida de las ganancias que las inversiones que hice con ese dinero me reportan, ofreciendo servicios a la comunidad". Sin embargo, no se declara satisfecho del todo. Para él, las personas tienen el derecho inalienable de ver y modificar los programas que usan en sus computadoras y, que un programa se cobre o no, es lo de menos.

  Es importante señalar que Stallman insiste en la utilización del término «software libre», y no código abierto, porque lo importante es la libertad del usuario. Para él, las personas tienen el derecho inalienable de ver y modificar los programas que usan en sus computadoras. Que un programa se cobre o no es lo de menos. También busca que se utilice GNU/Linux y no solamente Linux cuando se habla del sistema operativo. A su vez, Stallman recalca que uno no puede funcionar sin el otro.

GNU/LINUX es el nombre que debe emplearse

  Todos estos logros y éxitos de Stallman obedecen tanto a su inteligencia y talento como a su personalidad. Es una persona controvertida con numerosas motivaciones políticas y morales que le han llevado a conseguir aquello que se propone. Sin embargo, muchos programadores que apoyan el software libre, no están de acuerdo con la postura moral o el lenguaje empleado por Stallman. Estas disputas llevaron al desarrollo de una nueva alternativa al software libre: el movimiento del código abierto
“Que las empresas tengan especial influencia en la política significa que la democracia está enferma. El propósito de la democracia es asegurarse de que los ricos no tengan una influencia proporcional a su riqueza. Y si tienen más influencia que tú o que yo, eso significa que la democracia está fallando. Las leyes que se obtienen de esta forma no tienen autoridad moral, sino la capacidad de hacer daño.”
                                                                                                          Richard Stallman

  Una vez analizada la persona de Stallman, me gustaría centrarme en el principal proyecto de su vida: el proyecto GNU. Como he señalado anteriormente, el proyecto surgió cuando Richard era estudiante de Harvard y, a la vez, trabajaba en el Laboratorio de Inteligencia Artificial del Massachusetts Institute of Technology. Todo comenzaría con la donación de una impresora al Instituto. Cada vez que el papel se atascaba se perdía tiempo en solucionar el problema, puesto que la impresora no era capaz de envirar una señal a las estaciones de trabajo avisando del incidente. Stallman comenzó a interesarse por la búsqueda de una solución: buscó los controladores de software para añadir a mano esta función. Sin embargo, estaban en código binario, lo que hacía imposible editarlos o modificarlos. Richard solicitó el código fuente y se lo denegaron.
   Fue este sencillo hecho el que posibilitó la idea del Poyecto GNU, fundado en 1984. Siguiendo el modelo de Unix, que contaba con un núcleo y numerosos pequeños programas con funciones discretas que pueden entrelazarse, Stallaman y otros programadores comenzaron a sumar módulo tras módulo al GNU y llegaron a escribir un núcleo llamado “hurd”. Un año después quedó constituida la Fundación del Software Libre que, entre otras funciones, manejaba la distribución del programa más famoso de Stallman: el Emacs. Se trata de un editor de texto extensible por medio del lenguaje Lisp que estaba disponible de forma gratuita en servidores FTP y se vendía por correo a 150 dólares. Richard Stallman recalcaba con ello que libre no significa gratis y que, en su opinión, es correcto ganar dinero distribuyendo un programa siempre y cuando el código fuente esté disponible de forma pública. Había que darle soporte legal a esta operación, por lo que Stallman escribió la Licencia Pública General o GPL.


Una licencia de software es la autorización de su autor al usuario para emplear una copia del programa. La licencia CLUF es la más común entre los programas pero lo opuesto a la GPL. Esta última autoriza a distribuir copias del programa, incluso cobrando dinero, y obliga a incluir el código fuente. Sin embargo, preserva el copyright sobre el software para evitar apropiaciones. 


Ventajas e inconvenientes del software libre

Ventajas e inconvenientes del software propietario

  En 1991 Linus Torvalds lanzó la primera versión del Linux, su núcleo de Unix para plataformas Intel x86 y, en poco menos de un año, se había establecido como el núcleo ideal para el Proyecto GNU, desplazando, al menos por el momento, al "hurd". Con ello, existía un sistema libre, gratuito y de código fuente abierto. Algo que grandes multinacionales como IBM han adoptado al igual que unos 20 millones de personas.
  En una conferencia reciente, Stallman dijo que el software libre puede ser beneficioso para los negocios además "porque si el código fuente está disponible públicamente, los autores no pueden colocar funciones que el usuario no quiere, y además es una salvaguardia contra los errores que conducen a fallas de seguridad".

  Stallman empieza dando ejemplo él mismo: él sólo utiliza software libre. Pero su ejemplo es casi excepcional dado que, hasta las distribuciones del sistema GNU/Linux que se venden hoy en los comercios,  contienen software propietario.

  Richard Stallman, el hombre de 48 años que vive en Boston, adora las empanadas y la música, y que no tiene pelos en la lengua al señalar que decir Linux es un error y algo muy dañino para el proyecto GNU, puesto que solo identifica al núcleo del sistema. En general se dice Linux para referirse al Unix gratuito, algo que Stallman señala que debe cambiar.
Idealista, genio, ético y defensor de la legalidad, Stallman no debe pasar desapercibido por nadie. 

Finalizo la entrada con una entrevista muy interesante en la que el propio Stallman explica qué es el proyecto GNU, qué es el software libre y cuáles son los derechos de todo usuario.


"Compartir el programa con el prójimo siempre es bueno. Nadie puede prohibir la coparticipación"
                                                        Richard Stallman



domingo, 17 de marzo de 2013

NO TODO VALE


Carmen del Álamo Ruiz
Economía-Periodismo

Existe una postura llamada relativismo cultural que consiste en analizar las culturas dentro de su marco cultural evitando así caer en el etnocentrismo de los que conciben su cultura como superior al resto. El relativismo cultural es llevado al extremo cuando se justifican todo tipo de acciones, situaciones o rituales por ser fruto de una cultura y parte inherente de la misma.

Ante la pregunta de si es posible no ser etnocentrista, creo que resulta muy difícil abstraerse de los valores que has aceptado como propios y con los cuales, de una manera inconsciente, te muestras de acuerdo con ellos, para adentrarte en una cultura diferente con una distinta cosmovisión del mundo. Sin intención de generalizar y a modo de experiencia personal, cuando viajamos a países como Estados Unidos o Inglaterra no podemos evitar sorprendernos de los horarios tan distintos de comidas que tienen a los nuestros. Hemos interiorizado que lo normal (para nosotros) es comer sobre las 2 o las 3 de la tarde y cenar alrededor de las 9 o 10, así que cuando nos vemos “cenando” a las 7 de la tarde, nos parece cuanto menos raro… De este modo, por mucho que queramos evitar caer en el etnocentrismo, siempre aquello que se nos muestra más cercano nos parece lo mejor. Por ejemplo, y no es una cuestión de diferencias culturales, uno en su casa está acostumbrado a comer la tortilla de patata de una manera (“mi madre hace la mejor tortilla de patata del mundo”) y a meter los cubiertos en el lavavajillas de otra. Con todo esto, si en casa de un amigo hacen la tortilla sin cebolla o meten los cubiertos con el filo del cuchillo para arriba, llegarás a hacer comentarios del tipo… “Pues está mejor la tortilla con cebolla. Una tortilla sin cebolla no es tortilla…” o “¿Por qué pones los cuchillos para arriba? Mi madre los pone para abajo que si no te puedes cortar” En resumen, que no hace falta cambiar de país para darse cuenta de que cada uno asume como bueno y “mejor” aquello que le es cercano y ha experimentado. 

El relativismo pone en cuestión los derechos del hombre y eso nos llevaría a pensar que tradiciones como la ablación del clítoris, el canibalismo, la lapidación o la pobreza son rasgos culturales dignos de ser conservados como logros valiosos. Los nativos de estas culturas pueden considerar que estas prácticas son una parte irrenunciable de su identidad cultural y los intentos de combatir estas tradiciones, como actos de imperialismo cultural destinados a destruir su identidad. Estas prácticas y muchas otras atentan contra los derechos más elementales de las personas. Existen unos derechos éticos universales por encima de las construcciones culturales. Por tanto, todas las culturas que mantienen estas prácticas no son dignas de respeto porque no contienen valores defendibles. El respeto por la integridad humana impide respetar cualquier pauta intercultural. 

Un ejemplo de este tipo de prácticas culturales que no contemplamos desde la perspectiva occidental es la poligamia. Es un tipo de matrimonio en que se permite a una persona estar casada con varios individuos al mismo tiempo. El derecho occidental no habilita la poligamia, sino que sólo acepta un único matrimonio a la vez, permitiendo, por lo general, el divorcio. A nuestro parecer, el hecho de que se le permita “por ley” y además se considere una práctica normal y necesaria, al hombre tener a varias mujeres a su servicio, nos resulta denigrante ya que ataca a la dignidad de la mujer infravalorándola a la categoría de “objeto” en una sociedad machista como puede ser la islamista. No se trata de ser etnocentrista por no concebir la poligamia como una práctica normal, si no evitar caer en el relativismo cultural y defenderla por ser parte de una cultura. Se trata de tener una postura crítica, cuyos estándares de “calificación” no son otros que los derechos humanos. En la medida en que una práctica cultural los vulnere, debe ser objeto de denuncia. 

Otro ejemplo es la ablación del clítoris que sufren millones de niñas por el simple hecho de ser mujeres. Según las estadísticas, esta práctica afecta en la actualidad a alrededor de unas 135 millones de mujeres y niñas en el mundo. Se cree que cada vez se practica a niñas con una edad mucho menor quienes sufren la mutilación para evitar que puedan juzgar la práctica por sí mismas al ser mayores. Esta violencia de género, paradójicamente, es apoyada por las mismas mujeres, ya sea porque lo consienten o porque realizan la práctica. Esta mutilación es propia de sistemas de dominación patriarcales en los que es el hombre el que impone y decide lo que debe ser, sometiendo a las mujeres al deber de obediencia. Las afectadas pierden la sensibilidad o mueren desangradas o por infecciones debido a que para el corte se usan cristales, cuchillos u hojas de afeitar.

Pese a estar prohibida, la ablación se realiza en 28 países africanos, algunos de Medio Oriente y Asia, y en más de una docena de países industrializados con población inmigrante a favor de esta tradición. Hay denuncias de que medio millón de mujeres y niñas la han sufrido en Europa en los últimos tiempos, incluso en centros sanitarios.

En ese sentido la mutilación genital femenina no puede considerarse como una práctica justificada y por tanto lícita amparada en ninguna causa de justificación que defienda de esa manera la diversidad cultural. 

El trabajo infantil también se sitúa dentro de estos parámetros que no deben ser justificados por ser parte de una cultura pero que sí son una realidad que bien merece nuestra denuncia y repulsión. 

A modo de conclusión, una cosa es defender la pluralidad cultural y otra muy distinta es intentar justificar una práctica cultural que va en contra de los derechos humanos. Ni el fin justifica los medios, ni todo vale.