Esta entrada la voy a dedicar al turismo porque, aunque no sea un tema muy tratado por la sociedad en el día a día, en los bares, en el metro, en los encuentros de amigos..., es uno de los pilares fundamentales para nuestro país.
España es una de las principales potencias turísticas del mundo,
tanto por el número de visitantes que recibe como por los ingresos que reporta
esta actividad. Desde los años sesenta este país ha ido escalando posiciones en la lista de los destinos turísticos preferidos y, a día de hoy, compite con grandes destinos como Estados Unidos o Roma. Sin embargo, la actividad turística en España tiene unos antecedentes históricos importantes.
Desde el siglo XVIII, pero especialmente a lo largo del siglo XIX, fueron numerosos los viajeros que recorrieron España, entre ellos naturalistas y
escritores. Unos y otros quedaron impresionados por la diversidad que ofrece la naturaleza de
España, por el exotismo de unos paisajes que le recuerdan a África, por la supervivencia de las
herencias árabe y oriental, por las ciudades y los monumentos, por los tipos y las
costumbres populares, por el bandolerismo, por las corridas de toros, etc. La difusión de sus conocimientos y de sus experiencias en escritos
y guías de viaje contribuyó a forjar una imagen de España que ha alimentado la curiosidad y el interés de los extranjeros por
España y la percepción de
ésta como destino turístico singular. Podemos distinguir entre causas internas y externas para explicar los motivos del éxito del turismo en España:
Causas externas: lo principal fue la evolución de
la sociedad europea tras la Segunda Guerra Mundial. Tras la reconstrucción del continente, Europa alcanzó un estado de bonanza económica y de bienestar social sustentado en un
alto nivel de vida que permitió a la población integrar el turismo en sus actividades de ocio.
Causas propias o internas de España: hemos de
destacar su situación geográfica, su conocimiento y valoración por parte de las
sociedades extranjeras y las excelentes condiciones de su oferta turística: amplio litoral,
climatología favorable variedad paisajística, rico patrimonio cultural, etc., y todo ello
a buenos precios, como correspondía a un país con cierto atraso respecto a los países de
procedencia de los turistas.
Estas y otras muchas causas explican que en España el turismo sea una de las actividades económicas principales tanto por su aportación al PIB como por población ocupada en el sector. Los inicios del turismo moderno se sitúan en los años 50 del
siglo XX. Puede señalarse 1959 como año de despegue en el que se planteó la necesidad del desarrollo del país de cara al exterior. En 1960 el número de visitantes superó los 6 millones, abriéndose
en este momento una etapa de crecimiento continuo que duró hasta 1973. En este período
se pusieron las bases del modelo turístico español de masas, el cual
requirió la construcción de apartamentos y hoteles, y que dio lugar a la precipitada
urbanización de los litorales, muchas veces regida por la especulación y carente de
planificación. El ritmo expansivo quedó interrumpido en 1973, año de
una recesión, motivada por el incremento de los precios del petróleo, la crisis económica, el
ocaso del franquismo y los balbuceos de la transición democrática. A partir de 1976 se inició una nueva fase de crecimiento
sostenido, que duró hasta 1989, y cuya principal característica fue la incorporación de los españoles al turismo de playa. Tras una nueva recesión a comienzos de los años 1990,
se abrió una nueva fase en la que se han superado los 70 millones de visitantes, cifra que
incluye a los viajeros en tránsito y a los turistas propiamente dichos, que ascienden a más
de 45 millones.
El turismo en España presenta diversas áreas turísticas. Los principales destinos corresponden a la costa de Alicante, la Costa Brava, la Costa Cálida, la Costa del Sol, la Costa Valenciana, Palma-Calvià, y el sur de las islas de Gran
Canaria y de Tenerife. Destinos muy buscados por el buen tiempo y las excelentes playas que, si bien tradicionalmente no han dejado muchos ingresos, hoy en día se incentiva un turismo de familias europeas con grandes recursos económicos así como jubilados eruropeos. En el lado contrario, también son mencionables los destinos turísticos ligados a la montaña y a actividades de nieve como Picos de Europa o Sierra Nevada. Destacables son, también, las ciudades de tradición histórica como Madrid, Córdoba, Sevilla, Zaragoza o Toledo.
Debemos, por tanto, incentivar una actividad que es un pilar insustituible en el sistema español. Una actividad que enriquece a una cultura tan rica como la española y que nos permite dar a conocer al exterior sus encantos a la vez que los turistas nos transmiten su propia cultura.
España es, sin duda, un destino turístico a tener en cuenta.
Belén Santa Cruz Díez Economía-Periodismo En abril de 1919 abrió sus puertas una de las escuelas más importantes del mundo. Una nueva forma de pensar, de ver el mundo y de concebir el futuro de la creciente industria. Una concepción del arte y de la vida que ha trascendido generación tras generación: la Bauhaus. Dedico mi entrada a este movimiento artístico porque cada cuadro o cada obra es algo único, irrepetible y especial que te lleva a una dimensión abstracta y subjetiva que otros artes difícilmente consiguen.
Han pasado ya ochenta años desde que en la Bauhaus se impartió el primer curso y se comenzaron a establecer nuevas líneas de pensamiento artístico, técnico, filosófico...Con todo ello, la Bauhaus aportaba profesionales perfectos para la etapa de industrialización que se estaba viviendo así como para los nuevos estilos de vida y tecnologías.
Grupo de maestros y artistas de la escuela
Para entender el concepto de Bauhaus es importante remontarse al siglo XIX, cuando Inglaterra se alzó como la primera potencia industrial del mundo. Se trataba de la principal potencia en adelantos técnicos y culturales. Desde los años 50 del mismo siglo, se reformaron los procesos educativos tanto para artesanos como para las Academias. En ellas, se enseñaba a los estudiantes a diseñar por sí mismos, a innovar y a crear nuevas formas artísticas. Sin embargo, y a pesar de estos esfuerzos, no se conseguía un arte que llegara y conmoviera a la población. Seguía siendo el arte conservador, frío y distante a la sociedad. Por ello, y promovido por la extensión del socialismo, se extendió por el mundo del arte un pensamiento orientado a lograr una cultura del pueblo y para el pueblo. Un desafío que se convirtió en el núcleo de la Bauhaus.
"Un arte del pueblo para el pueblo"
Gropius
Silla que refleja el carácter funcional e innovador de la Bauhaus
Desde esta línea de pensamiento de crear un arte para el pueblo, se impulsó el movimiento de la Bauhaus en Alemania. Se quería obtener el mismo éxito obtenido años atrás en Inglaterra por lo que, en los años noventa del siglo XIX, comenzó una etapa de importación de ideas y reformas procedentes de Inglaterra. Así, el propio Hermann Muthesius viajó a Inglaterra en 1896 como "espía del gusto" para descubrir los factores que habían llevado al país inglés a la cima mundial. Con este tipo de experiencias, se comenzó a abrir Escuelas de Artes y Oficios en Alemania en la que los profesores eran artistas modernos, revolucionarios e innovadores. Escuelas en las que se realizaban artilugios para casa, muebles, textiles y utensilios de metal. Pero no eran objetos típicos como los conocidos hasta entonces, sino que nada guardaban de parecido con lo producido anteriormente. Todo este avance del pueblo germano llevó a Alemania a ocupar el primer puesto como potencia industrializada, posición que mantuvo hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914.
Retrato de Walter Gropius
En 1918 comenzaría la segunda etapa para la escuela de Bauhaus. Walter Gropius, que estaba a cargo de las dos escuelas más impotantes de arte en Weimar, fundó, el 12 de abril de 1919, la escuela de Bauhaus en Weimar. Con la formulación de un manifiesto (que sigue siendo un referente para el arte actual) se establecieron los pilares de la escuela, unidos todos en un objetivo común: unificar las artes alrededor de la arquitectura. Gropius desempeñó una importante labor de reconciliación entre los distintos oficios, entre las diferentes actividades y entre los diversos artistas. La idea era sencilla: maestros y alumnos trabajando conjuntamente para crear objetos útiles, innovadores y funcionales para la sociedad. Destacan grandes arquitectos como Mies van der Rohe, el propio Gropius y Marcel Breuer; pintores como Kandinsky o Paul Klee y artistas de diversa especialiadad como Moholy-Nagy y Josef Albers. Todos ellos perseguían reducir el tiempo, el espacio y el esfuerzo que requería el trabajo doméstico. Como mencioné anteriormente, la Bauhaus siempre perseguía un arte innovador destinado exclusivamente para el pueblo.
Obra de Kandinsky
En 1925 los artistas de la escuela se trasladaron a Dessau debido al mayor desarrollo económico e industrial de la ciudad. Solo permanecieron allí hasta 1931 cuando, debido a sus ideas liberales y a su ideología innovadora, la Bauhaus tuvo que cerrar sus puertas y continuar su labor en Berlín gracias al entusiasmo y la lucha mantenida por Mies van der Rohe. El Partido Nacional Socialista, que gobernaba en Alemania por entonces, no aprobaba el carácter innovador de la escuela así como el intercambio cultural que realizaban con artistas de todo el mundo y consideraba que el arte debía ser puramente alemán. Por ello, la Bauhaus fue clausurada definitivamente en 1933.
Obra de Pal Klee
Un estilo de arte innovador, al servicio del pueblo y buscando siempre la ruptura con lo tradicional. Colores llamativos con contrastes continuos, formas geométricas y sencillas, diseños atractivos...Todo ello engloba a uno de los movimientos artísticos más importantes que sigue trascendiendo hasta hoy en día. Una generación de artistas que nunca quedará olvidada gracias a sus diseños y obras rompedoras y llenas de calidad así como a los importantes estudios de materiales y color que llevaron a cabo.
Arquitectura de Mies van der Rohe
A continuación un vídeo sobre la arquitectura de la escuela:
Danza, una de las palabras más bonitas que puedo escribir y leer.
Una palabra que con tan solo escucharla me hace feliz y me lleva a un mundo de
belleza, esfuerzo, disciplina, libertad y desarrollo personal. Un término que
nada se valora, mucho se critica y nada se entiende. Afortunadamente, la danza
entró en mi vida, me secuestró y nunca me dejará escapar. Algo que no me
importa, sino que agradezco eternamente. Algunos dirían que eso es el síndrome de Estocolmo, es decir, el amor por el secuestrador. Si, la danza ha sido el
secuestrador de mi persona y yo le estaré eternamente agradecida. Me atrapó, me
cautivó y, sobre todo, me ayudó a mejorar como persona.
Por estos motivos quiero dedicar esta entrada a una de las grandes
artes que existe desde que el hombre es hombre. A la disciplina que te lleva de
la felicidad a las lágrimas, del dolor a la relajación, de la rendición a la
superación. Sentimientos que se pueden experimentar de muchas maneras pero que
la danza intensifica y, os aseguro, que
los hace mucho mejores de lo que ya de por sí son los sentimientos humanos. Y
lo sé porque todavía me acuerdo del día en que me puse mis primeras zapatillas
de ballet. Un gesto simple que me hizo sonreír y que, aunque hayan pasado
quince años, nunca olvidaré esa sensación de ilusión, novedad y miedo. Pocas
cosas en la vida se recuerdan con tanta nitidez; solo las importantes. Por
ello, os animo a que descubráis este mundo de libertad y expresión que te aleja
de la realidad para volver a ella llena de energía y fuerza.
Qué mejor que una definición simple pero precisa de los que es
bailar. Ladanza es arte. Una disciplinaen la que el movimiento del cuerpo se
convierte en expresión, sentimientos e información. La danza, y queriendo
recalcar este aspecto dada nuestra vocación periodística, es una forma de
comunicación no verbal a través del cuerpo, de la expresión, de la tensión
corporal…Un conjunto de factores que convierten al bailarín en un comunicador,
en un contador de historias
Muchas personas no ven en la danza más que simples movimientos o,
como mucho, “saltarines” y chicas
“elásticas” contando clásicos como La Bella Durmiente o El lago de los cisnes.
Una pena si interpretamos así la danza. Me gustará ir más allá, es más, debemos
alejarnos de esa triste y simple concepción de la danza.
-¿ Qué tipo de danza prefieres? , me preguntó
-El ballet, sin duda alguna
-Oh, tutús, dulzura, suavidad…
-Eso no es danza- respondí
Y esa es siempre mi respuesta cada vez que me encuentro en esta
situación. Porque es el principal problema que abarca este arte: el no entender
su dimensión y profundidad llevan a una visión superficial y populachera del
mismo. Identificar el ballet con suavidad ya es, de por sí, una incoherencia.
Una disciplina que exige un entrenamiento de años, desde pequeños, y la
renuncia a otro tipo de actividades puede ser de todo menos suave. Como el más
duro de los deportes, cada músculo se entrena a la perfección. Cada movimiento
debe ser exacto, preciso, sin una mínima posibilidad de error.
Una persona, cuando se dedica a la danza, lo último que busca es
aprender a mover su cuerpo o a contar una historia con él. Es ahí donde quería
llegar: el fin explícito de la danza puede ser el movimiento corporal bello y
preciso, pero el fin implícito es mucho más amplio y, sobre todo, reside en la
personalidad de cada individuo. Para alguien puede ser expresar rabia, para
otro gritar a quienes nunca le escuchan
o, por ejemplo, evadirse de la cruda realidad. Es este fin implícito el que
debemos, y os invito a todos a que lo intentéis, descubrir. Porque no sirve con
ir a bailar y aprenderse los pasos o ir a una teatro y entender la historia que
cuentan esos grandes bailarines que tan raros movimientos hacen. Hay que
superar esa barrera. Dejarse llevar por cada movimiento y ver en él alegría,
tristeza, debilidad, fortaleza. Ver expresión, sentimientos, informaciones
indirectas. Lo mismo si ves danza como si la practicas. Porque hay que dejar
que el cuerpo se convierta en la “boca que todo lo dice”.
Para explicar esta cuestión me centraré en el mejor de los
ejemplos: el ballet clásico. Más de ocho horas al día de entrenamiento,
esfuerzo, decepciones, sueños rotos e ilusiones. Porque la danza clásica, un
arte infravalorado e incomprendido, no es más que esfuerzo y lucha. Es caerse y
levantarse una y mil veces hasta que el movimiento consigue la colocación
perfecta. Es repetir cada paso hasta que las piernas no aguantan más y tu
cuerpo te pide descansar; aún así debes decirle que siga hacia adelante. El
ballet, y como la mayoría de las danzas, es escuchar una y otra vez
correcciones y defectos a tus movimientos pero, a su vez, significa superarse
día tras día y dar lo mejor que tienes. El ballet, por tanto, se puede definir
como el mejor ejercicio de autodisciplina y superación personal.
Hagamos, pues, un repaso por la fascinante historia de este arte:
El
ballet surgió hacia el siglo XV como una práctica cortesana y de
entretenimiento para la realeza. El pueblo también fue introduciéndose poco a
poco en ese espectáculo y dejándose cautivar por él. Sin embargo, este hecho
contrasta con la realidad actual en la que el ballet ha quedado bastante
alejado del pueblo. En esa etapa renacentista esta danza también se empleó como
una forma de expresión para los ciudadanos de una manera indirecta, de tal
forma que no pudieran ser acusados de herejía. Es por ello que el ballet fue,
durante años, perseguido por la Iglesia.
Fue
en Francia, en el siglo XVIII, cuando el ballet vivió su máximo desarrollo.
Unos años en los que se crearon los manuales prácticos de esta danza que debe
seguir, estrictamente, unas colocaciones y movimientos determinados. Se creó
una técnica perfecta que explotara al máximo las posibilidades del cuerpo
humano, dando siempre un margen de posibilidad de mejora. En esta etapa, de
hecho, el ballet se consideraba unos de los elementos más importantes para la
educación de los jóvenes.
Se
puede observar una gran evolución de la danza clásica desde estos ballet más
cortesanos, de orientación teatral dirigidos al público, hasta los grandes
ballet rusos del siglo XX, con Marius Petipa como referente principal. Desde
esos momentos, el ballet pasó a ser un espectáculo que buscaba la perfección,
la belleza y una escenografía en manos de la técnica de los bailarines. Fue el
siglo de los grandes ballets como El lago de los cisnes y Cascanueces.
Con estos ballets de Petipa y Diaghilev apareció el ballet moderno. Supuso
el resurgir de la figura masculina que había sido olvidada, se amplió la
capacidad de movimiento con un uso más libre del cuerpo y se concedió más
importancia al bailarín como medio de expresividad y emoción. Así, aunque la
técnica sigue siendo lo más importante, el ballet incorpora la emotividad y la
expresividad propia de otras danzas como es la danza contemporánea del siglo XX
o ya las actuales danzas modernas como el hip-hop.
Durante
los años 40 se fundaron en Nueva York dos grandes compañías de ballet que han
sentado las bases de lo que es, en la actualidad, toda la danza, tanto la
clásica como la moderna: el American Ballet y el New York City Ballet. En los
años 50, las compañías rusas (la del teatro Bolshói y el teatro Kírov, por
ejemplo) hicieron por primera vez representaciones en Occidente.
Primer bailarín de la compañía de Víctor Ullate
En
España hay que destacar la figura de Víctor Ullate, quien fue director del
Ballet Nacional de España en 1979 y de Maia Plisiétskaia, directora artística
del Ballet Lírico Nacional. Además, Nacho Duato, como director artístico de la
Compañía Nacional en 1990, favoreció un cambio innovador en la historia de la
compañía, adaptándola a esa nueva liberación del ballet que mencionaba con
anterioridad y que la aproxima más a la danza contemporánea.
Por
último, me gustaría resaltar el “Ballet Nacional de Cuba”, fundado y dirigido
por Alicia Alonso (de la que dejo un fragmento de una entrevista a continuación) y que, desde mi más humilde opinión es, en la actualidad, el
mejor ballet del mundo con bailarines que aúnan la precisión técnica rusa con
la expresividad y sentimiento norteamericanos. Una combinación explosiva que ha
llevado al ballet cubano a lo más alto.
Alicia Alonso posando como primera bailarina
He
querido centrarme en el ballet porque considero que es el mejor ejemplo de lo
que es la danza. Pero también es cierto que, en la actualidad, la disciplina
que cumple con una función claramente expresiva es la danza contemporánea. Una
danza realmente incomprendida en muchos aspectos, si bien es verdad que sus
coreógrafos suelen ser bastante abstractos y dejan que sea la mente del
espectador la que construya el significado de su obra.
Ahí
reside lo bonito de la danza: la emoción que un bailarín transmite con su
cuerpo es algo íntimo y personal pero que, a la vez, lleva al espectador a un
mundo de emociones que él mismo decide cuáles van a ser.
Un
aspecto importante de la danza es que es un arte tan heterogéneo y diverso que
permite a cualquier persona sentirse identificada. Hay estilos para todos los
gustos o para todas las necesidades físicas o psicológicas. Éstos son los
principales estilos de danza:
Danza Clásica o Ballet
Danza española o flamenco
Contemporáneo
Danzas de salón
Hip-hop
Jazz
Breakdance
Popping
Incluso la danza aérea, la natación sincronizada y el patinaje artístico son disciplinas que requieren una formación paralela a la que reciben los bailarines y son consideradas por muchos como estilos de danza propiamente dichos.
Me despido en esta entrada con un vídeo que resume a la perfección el sentimiento de la danza.
Richard Stallman. Un nombre, un apellido y mucha iniciativa en ellos. Una persona que, aunque no cuenta con la fama internacional de Bill Gates o Steve Jobs, es una de las figuras más importantes en el mundo de las tecnologías. Un idealista para muchos, un genio para otros, lo cierto es que Stallman ha dado un paso enorme en la informática con el movimiento del software libre y su visión moral y libre de la misma. Una persona que ha puesto sus grandes conocimientos al servicio de la informática y, sobre todo, al servicio de los usuarios. Un hombre que no encuentra sentido al conocimiento privado y lucha por intercambio y la participación conjunta en todo tipo de conocimiento, incluido el software.
Richard Matthew Stallman(Nueva York, 16 de marzo de 1953) es un programador informático
reconocido internacionalmente por ser el fundador del movimiento por el
software libre en el mundo. Es considerado un gurú de la
informática y un cruzado contra los monopolios que comercializan el software. Stallman
programó el editor de texto GNU Emacs,el compilador GCC, y el depurador GDB,bajo la rúbrica del
Proyecto GNU. Sin embargo, a pesar de estos
importantes logros, su principal reconocimiento viene de la mano de una nueva
alternativa para el movimiento del software libre frente al software privado. NU
es software libre: todo el mundo es libre de copiarlo y distribuirlo, así como
también de realizar cambios de mayor o menor magnitud.
El sistema GNU/Linux,
básicamente el sistema operativo GNU con Linux agregado, actualmente es utilizado
en decenas de millones de ordenadores. Stallman ha recibido el premio
"Grace Hopper" de la ACM (ACM Grace Hopper Award), una beca de la
Fundación MacArthur, el premio "Pionero" de la Fundación Frontera
Electrónica, y el Premio Takeda por Mejora Social/Económica, como así también
varios Honoris Causa.
Además, Richard Stallman aportó la idea del
copyleft, es decir, un sistema de licencia de software basado en la libertad de
toda la comunidad de usuarios para su uso o modificación.
Esta breve introducción permite
darse cuenta del talento y la importancia de la figura de Stallman en el mundo
de la informática y las tecnologías. Una persona cuya biografía comienza en
1953, cuando Alice Lippman y Daniel Stallman tuvieron un hijo que se convertirá
en un referente internacional. Stallman, mientras cursaba preparatoria, comenzó
a tener contacto con los ordenadores en el Centro Científico de IBM en su
ciudad natal y, tras ello, fue contratado durante un verano para escribir un
programa de análisis numérico en Fortran. Su calidad e inteligencia destacaban
ya desde su juventud y, tras este trabajo, Stallman empezó a sumergirse en proyectos que ocuparon todo el
verano de su graduación de preparatoria: un editor de textos en el lenguaje de
programación APL , es decir, un preprocesador para el lenguaje de programación
PL/1 en IMB/360. Para Richard, todos los
programas de ordenador deben proveer al usuario no solo de un código binario
(el que entiende y ejecuta el ordenador), sino también de un código fuente.
En 1971 comenzó su camino
universitario en Harvard cursando Física. Pero, a pesar de la exigencia de sus
estudios, Stallman tuvo tiempo y ganas para ser asistente voluntario en el
departamento de biología de la Universidad Rockefeller, cuyo maestro veía en Richard
un gran biólogo. En su primer año como universitario, Stallman se convirtió en
hacker del Laboratorio de Inteligencia Artificial del Instituto Tecnológico de
Massachusetts. Para Richard ser un hacker era el pilar fundamental de su vida,
algo que empezó a desmoronarse cuando algunos de sus compañeros , presionados
por la comercialización en la industria del software, fundaron la compañía
Symbolics, lo cual iba en contra del software libre para reemplazarlo con su
propio software privado. Era ya 1983 cuando Stallman había iniciado una lucha
para impedir el monopolio sobre el software y se le pidió que firmaría un
acuerdo de no divulgación y llevara a cabo actividades contrarias a su persona.
Así, enfadado y decepcionado, inició el proyecto GNU en 1985: el proyecto que
perseguía la creación de un sistema operativo completamente libre.
El proyecto se inició con la publicación del Manifiesto GNU, en el cual
Stallman declaraba su intención de crear una alternativa de software libre e
independiente al sistema operativo Unix. Esta alternativa fue denominada GNU.
Tras esta primera declaración de intenciones, fundó la organización Free
Software Fundation, la cual no tenía ánimo de lucro. En estos años, Stallman
inventó el mencionado anteriormente copyleft, el cual llegó a ser empleado en
la Licencia Pública General GNU y se conoce como GPL.
La mayor parte del sistema GNU,
excepto el núcleo, se completó aproximadamente al
mismo tiempo y, en 1991, Linus
Torvalds liberó el núcleo Linux bajo
los términos de la GPL, completando un sistema GNU completo y operativo: el sistema
operativoGNU/Linux.
En 1999, además, promovió la creación de una enciclopedia libre,
la GNUPedia, considerada como
un antecedente directo de Wikipedia.
Richard Stallman en una de sus conferencias
Imagen de Stallman y su personal estilo
En la actualidad, Stallman se
encarga de difundir la ideología GNU en todo el mundo
mediante charlas y conferencias. Su labor es muy importante en países de habla
hispana como Argentina, Bolivia, Chile,
Colombia, Ecuador, Cuba, España, México, Perú, Uruguay, Venezuela. Durante sus conferencias
aparece con una segunda personalidad bendiciendo las computadoras de las
personas y en él se aprecia controversia y extravagancia. Su aparentemente
descuidada imagen y sus manías extravagantes (no utiliza teléfono móvil, siempre va
acompañado de su computadora portátil, no
duerme en hoteles, etc.) le han hecho ser blanco de numerosos chistes y bromas,
llegando a aparecer en tiras cómicas.
Destacan también importantes
trabajos escritos de Stallman. Ha participado en revistas
científicas con artículos como Heuristic
Techniques in Computer-Aided Circuit Analysis o Forward Reasoning and
Dependency-Directed Backtracking In a System for Computer-Aided Circuit
analysis. También sus
manuales como The Extensible, Customizable, Self-Documenting Display Editor
o GNU Emacs
Manual: Sixteenth edition for GNU Emacs Version 21 se han
convertido en referentes internacionales.
Toda esta gran carrera y el esfuerzo y dedicación de Stallman le han llevado al
éxito y consecución de diversos reconocimientos, títulos y premios de nivel
internacional. Es miembro honorario vitalicio de la Chalmers
Computer Society y doctor Honoris Causa en diversas universidades como la
Universidad de Glasgow o la Universidad José Fustiona Sánchez Carrió de Perú.
Ha recibido premios como el Fundazione Pistoletto o el Premio Internacional
Extremadura de Conocimiento Libre, el cual le fue entregado en la III
Conferencia Internacional de Software libre celebrada en Extramadura en 2007 y
es miembro de la Academia Nacional de Ingeniería de Estados Unidos. Gracias
a su estilo de vida sobrio y poco ostentoso, pudo ahorrar e invertir gran parte
del dinero que provino de estos premios. Hoy no vacila en señalar: "Puedo
vivir toda mi vida de las ganancias que las inversiones que hice con ese dinero
me reportan, ofreciendo servicios a la comunidad". Sin embargo, no se
declara satisfecho del todo. Para él, las personas tienen el derecho
inalienable de ver y modificar los programas que usan en sus computadoras y, que
un programa se cobre o no, es lo de menos.
Es importante señalar que Stallman insiste en la utilización del término
«software libre», y no código abierto, porque lo importante es la libertad del
usuario. Para él, las personas tienen el derecho inalienable de ver y
modificar los programas que usan en sus computadoras. Que un programa se cobre
o no es lo de menos. También busca que se
utilice GNU/Linux y no solamente Linux cuando se habla del sistema operativo. A su vez, Stallman recalca que uno no puede funcionar sin el otro.
GNU/LINUX es el nombre que debe emplearse
Todos estos logros y
éxitos de Stallman obedecen tanto a su inteligencia y talento como a su
personalidad. Es una persona controvertida con numerosas motivaciones políticas
y morales que le han llevado a conseguir aquello que se propone. Sin embargo,
muchos programadores que apoyan el software libre, no están de acuerdo con la
postura moral o el lenguaje empleado por Stallman. Estas disputas llevaron al
desarrollo de una nueva alternativa al software libre: el movimiento del código
abierto
“Que las empresas tengan especial influencia en la política significa que
la democracia está enferma. El propósito de la democracia es asegurarse de que
los ricos no tengan una influencia proporcional a su riqueza. Y si tienen más
influencia que tú o que yo, eso significa que la democracia está fallando. Las
leyes que se obtienen de esta forma no tienen autoridad moral, sino la
capacidad de hacer daño.”
Richard Stallman
Una vez analizada la persona de Stallman, me
gustaría centrarme en el principal proyecto de su vida: el proyecto GNU. Como
he señalado anteriormente, el proyecto surgió cuando Richard era estudiante de
Harvard y, a la vez, trabajaba en el Laboratorio de Inteligencia Artificial del
Massachusetts Institute of Technology. Todo comenzaría con la donación de una
impresora al Instituto. Cada vez que el papel se atascaba se perdía tiempo en
solucionar el problema, puesto que la impresora no era capaz de envirar una
señal a las estaciones de trabajo avisando del incidente. Stallman comenzó a
interesarse por la búsqueda de una solución: buscó los controladores de
software para añadir a mano esta función. Sin embargo, estaban en código
binario, lo que hacía imposible editarlos o modificarlos. Richard solicitó el
código fuente y se lo denegaron.
Fue este sencillo hecho el que posibilitó la
idea del Poyecto GNU, fundado en 1984. Siguiendo el modelo de Unix, que contaba
con un núcleo y numerosos pequeños programas con funciones discretas que pueden
entrelazarse, Stallaman y otros programadores comenzaron a sumar módulo tras
módulo al GNU y llegaron a escribir un núcleo llamado “hurd”. Un año después
quedó constituida la Fundación del Software Libre que, entre otras funciones,
manejaba la distribución del programa más famoso de Stallman: el Emacs. Se
trata de un editor de texto extensible por medio del lenguaje Lisp que estaba
disponible de forma gratuita en servidores FTP y se vendía por correo a 150
dólares. Richard Stallman recalcaba con ello que libre no significa gratis y
que, en su opinión, es correcto ganar dinero distribuyendo un programa siempre
y cuando el código fuente esté disponible de forma pública. Había que darle
soporte legal a esta operación, por lo que Stallman escribió la Licencia
Pública General o GPL.
Una
licencia de software es la autorización de su autor al usuario para emplear una
copia del programa. La licencia CLUF es la más común entre los programas pero
lo opuesto a la GPL. Esta última autoriza a distribuir copias del programa,
incluso cobrando dinero, y obliga a incluir el código fuente. Sin embargo,
preserva el copyright sobre el software para evitar apropiaciones.
Ventajas e inconvenientes del software libre
Ventajas e inconvenientes del software propietario
En 1991 Linus Torvalds lanzó la primera versión del Linux, su
núcleo de Unix para plataformas Intel x86 y, en poco menos de un año, se había
establecido como el núcleo ideal para el Proyecto GNU, desplazando, al menos
por el momento, al "hurd". Con ello, existía un sistema libre,
gratuito y de código fuente abierto. Algo que grandes multinacionales como IBM
han adoptado al igual que unos 20 millones de personas. En una conferencia reciente, Stallman dijo que el software libre
puede ser beneficioso para los negocios además "porque si el código fuente
está disponible públicamente, los autores no pueden colocar funciones que el
usuario no quiere, y además es una salvaguardia contra los errores que conducen
a fallas de seguridad".
Stallman empieza dando ejemplo él mismo: él sólo utiliza software
libre. Pero su ejemplo es casi excepcional dado que, hasta las distribuciones
del sistema GNU/Linux que se venden hoy en los comercios, contienen
software propietario.
Richard Stallman, el hombre de 48 años que vive en Boston, adora las
empanadas y la música, y que no tiene pelos en la lengua al señalar que decir
Linux es un error y algo muy dañino para el proyecto GNU, puesto que solo
identifica al núcleo del sistema. En general se dice Linux para referirse al
Unix gratuito, algo que Stallman señala que debe cambiar. Idealista, genio, ético y defensor de la legalidad, Stallman no debe pasar
desapercibido por nadie.
Finalizo la entrada con una entrevista muy interesante en la que el propio
Stallman explica qué es el proyecto GNU, qué es el software libre y cuáles son
los derechos de todo usuario.
"Compartir el programa con el prójimo siempre es bueno. Nadie puede prohibir la coparticipación"
Existe una postura llamada relativismo cultural que consiste
en analizar las culturas dentro de su marco cultural evitando así caer en el
etnocentrismo de los que conciben su cultura como superior al resto. El
relativismo cultural es llevado al extremo cuando se justifican todo tipo de
acciones, situaciones o rituales por ser fruto de una cultura y parte inherente
de la misma.
Ante la pregunta de si es posible no ser etnocentrista, creo
que resulta muy difícil abstraerse de los valores que has aceptado como propios
y con los cuales, de una manera inconsciente, te muestras de acuerdo con ellos,
para adentrarte en una cultura diferente con una distinta cosmovisión del
mundo. Sin intención de generalizar y a modo de experiencia personal, cuando
viajamos a países como Estados Unidos o Inglaterra no podemos evitar sorprendernos
de los horarios tan distintos de comidas que tienen a los nuestros. Hemos
interiorizado que lo normal (para nosotros) es comer sobre las 2 o las 3 de la
tarde y cenar alrededor de las 9 o 10, así que cuando nos vemos “cenando” a las
7 de la tarde, nos parece cuanto menos raro… De este modo, por mucho que
queramos evitar caer en el etnocentrismo, siempre aquello que se nos muestra más
cercano nos parece lo mejor. Por ejemplo, y no es una cuestión de diferencias
culturales, uno en su casa está acostumbrado a comer la tortilla de patata de
una manera (“mi madre hace la mejor tortilla de patata del mundo”) y a meter
los cubiertos en el lavavajillas de otra. Con todo esto, si en casa de un amigo
hacen la tortilla sin cebolla o meten los cubiertos con el filo del cuchillo
para arriba, llegarás a hacer comentarios del tipo… “Pues está mejor la
tortilla con cebolla. Una tortilla sin cebolla no es tortilla…” o “¿Por qué
pones los cuchillos para arriba? Mi madre los pone para abajo que si no te
puedes cortar” En resumen, que no hace falta cambiar de país para darse cuenta
de que cada uno asume como bueno y “mejor” aquello que le es cercano y ha
experimentado.
El relativismo pone en cuestión los derechos del hombre y
eso nos llevaría a pensar que tradiciones como la ablación del clítoris, el
canibalismo, la lapidación o la pobreza son rasgos culturales dignos de ser conservados
como logros valiosos. Los nativos de estas culturas pueden considerar que estas
prácticas son una parte irrenunciable de su identidad cultural y los intentos
de combatir estas tradiciones, como actos de imperialismo cultural destinados a
destruir su identidad. Estas prácticas y muchas otras atentan contra los
derechos más elementales de las personas. Existen unos derechos éticos
universales por encima de las construcciones culturales. Por tanto, todas las
culturas que mantienen estas prácticas no son dignas de respeto porque no
contienen valores defendibles. El respeto por la integridad humana impide
respetar cualquier pauta intercultural.
Un ejemplo de este tipo de prácticas culturales que no
contemplamos desde la perspectiva occidental es la poligamia. Es un tipo de
matrimonio en que se permite a una persona estar casada con varios individuos
al mismo tiempo. El derecho occidental no habilita la poligamia, sino que sólo
acepta un único matrimonio a la vez, permitiendo, por lo general, el divorcio.
A nuestro parecer, el hecho de que se le permita “por ley” y además se
considere una práctica normal y necesaria, al hombre tener a varias mujeres a
su servicio, nos resulta denigrante ya que ataca a la dignidad de la mujer
infravalorándola a la categoría de “objeto” en una sociedad machista como puede
ser la islamista. No se trata de ser etnocentrista por no concebir la poligamia
como una práctica normal, si no evitar caer en el relativismo cultural y
defenderla por ser parte de una cultura. Se trata de tener una postura crítica,
cuyos estándares de “calificación” no son otros que los derechos humanos. En la
medida en que una práctica cultural los vulnere, debe ser objeto de denuncia.
Otro ejemplo es la ablación del clítoris que sufren millones de niñas por el simple hecho de ser mujeres. Según las estadísticas, esta
práctica afecta en la actualidad a alrededor de unas 135 millones de mujeres y
niñas en el mundo. Se cree que cada vez se practica a niñas con una edad mucho
menor quienes sufren la mutilación para evitar que puedan juzgar la práctica
por sí mismas al ser mayores. Esta violencia de género, paradójicamente, es
apoyada por las mismas mujeres, ya sea porque lo consienten o porque realizan
la práctica. Esta mutilación es propia de sistemas de dominación patriarcales
en los que es el hombre el que impone y decide lo que debe ser, sometiendo a
las mujeres al deber de obediencia. Las afectadas pierden la sensibilidad o
mueren desangradas o por infecciones debido a que para el corte se usan
cristales, cuchillos u hojas de afeitar.
Pese a estar prohibida, la ablación se realiza en 28 países
africanos, algunos de Medio Oriente y Asia, y en más de una docena de países
industrializados con población inmigrante a favor de esta tradición. Hay
denuncias de que medio millón de mujeres y niñas la han sufrido en Europa en
los últimos tiempos, incluso en centros sanitarios.
En ese sentido la mutilación genital femenina no puede
considerarse como una práctica justificada y por tanto lícita amparada en ninguna
causa de justificación que defienda de esa manera la diversidad cultural.
El trabajo infantil también se sitúa dentro de estos parámetros que no deben ser justificados por ser parte de una cultura pero que sí son una realidad que bien merece nuestra denuncia y repulsión.
A modo de conclusión, una cosa es defender la pluralidad
cultural y otra muy distinta es intentar justificar una práctica cultural que
va en contra de los derechos humanos. Ni el fin justifica los medios, ni todo vale.