viernes, 29 de marzo de 2013

España, destino turístico


Belén Santa Cruz Díez   Economía-Periodismo

Esta entrada la voy a dedicar al turismo porque, aunque no sea un tema muy tratado por la sociedad en el día a día, en los bares, en el metro, en los encuentros de amigos..., es uno de los pilares fundamentales para nuestro país.
   España es una de las principales potencias turísticas del mundo, tanto por el número de visitantes que recibe como por los ingresos que reporta esta actividad. Desde los años sesenta este país ha ido escalando posiciones en la lista de los destinos turísticos preferidos y, a día de hoy, compite con grandes destinos como Estados Unidos o Roma. Sin embargo, la actividad turística en España tiene unos antecedentes históricos importantes.

   Desde el siglo XVIII, pero especialmente a lo largo del siglo XIX, fueron numerosos los viajeros que recorrieron España, entre ellos naturalistas y escritores. Unos y otros quedaron impresionados por la diversidad que ofrece la naturaleza de España, por el exotismo de unos paisajes que le recuerdan a África, por la supervivencia de las herencias árabe y oriental, por las ciudades y los monumentos, por los tipos y las costumbres populares, por el bandolerismo, por las corridas de toros, etc. La difusión de sus conocimientos y de sus experiencias en escritos y guías de viaje contribuyó a forjar una imagen de España que ha alimentado la curiosidad y el interés de los extranjeros por España y la percepción de
ésta como destino turístico singular. Podemos distinguir entre causas internas y externas para explicar los motivos del éxito del turismo en España:
  • Causas externas: lo principal fue la evolución de la sociedad europea tras la Segunda Guerra Mundial. Tras la reconstrucción del continente, Europa alcanzó un estado de bonanza económica y de bienestar social sustentado en un alto nivel de vida que permitió a la población integrar el turismo en sus actividades de ocio.
  • Causas propias o internas de España: hemos de destacar su situación geográfica, su conocimiento y valoración por parte de las sociedades extranjeras y las excelentes condiciones de su oferta turística: amplio litoral, climatología favorable variedad paisajística, rico patrimonio cultural, etc., y todo ello a buenos precios, como correspondía a un país con cierto atraso respecto a los países de procedencia de los turistas.
   Estas y otras muchas causas explican que en España el turismo sea una de las actividades económicas principales tanto por su aportación al PIB como por población ocupada en el sector. Los inicios del turismo moderno se sitúan en los años 50 del siglo XX. Puede señalarse 1959 como año de despegue en el que se planteó la necesidad del desarrollo del país de cara al exterior. En 1960 el número de visitantes superó los 6 millones, abriéndose en este momento una etapa de crecimiento continuo que duró hasta 1973. En este período se pusieron las bases del modelo turístico español de masas, el cual requirió la construcción de apartamentos y hoteles, y que dio lugar a la precipitada urbanización de los litorales, muchas veces regida por la especulación y carente de planificación. El ritmo expansivo quedó interrumpido en 1973, año de una recesión, motivada por el incremento de los precios del petróleo, la crisis económica, el ocaso del franquismo y los balbuceos de la transición democrática. A partir de 1976 se inició una nueva fase de crecimiento sostenido, que duró hasta 1989, y cuya principal característica fue la incorporación de los españoles al turismo de playa. Tras una nueva recesión a comienzos de los años 1990, se abrió una nueva fase en la que se han superado los 70 millones de visitantes, cifra que incluye a los viajeros en tránsito y a los turistas propiamente dichos, que ascienden a más de 45 millones.

   El turismo en España presenta diversas áreas turísticas. Los principales destinos corresponden a la costa de Alicante, la Costa Brava, la Costa Cálida, la Costa del Sol, la Costa Valenciana, Palma-Calvià, y el sur de las islas de Gran Canaria y de Tenerife. Destinos muy buscados por el buen tiempo y las excelentes playas que, si bien tradicionalmente no han dejado muchos ingresos, hoy en día se incentiva un turismo de familias europeas con grandes recursos económicos así como jubilados eruropeos. En el lado contrario, también son mencionables los destinos turísticos ligados a la montaña y a actividades de nieve como Picos de Europa o Sierra Nevada. Destacables son, también, las ciudades de tradición histórica como Madrid, Córdoba, Sevilla, Zaragoza o Toledo.



   Debemos, por tanto, incentivar una actividad que es un pilar insustituible en el sistema español. Una actividad que enriquece a una cultura tan rica como la española y que nos permite dar a conocer al exterior sus encantos a la vez que los turistas nos transmiten su propia cultura. 
España es, sin duda, un destino turístico a tener en cuenta.

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